lunes, 16 de diciembre de 2013


Sofi Oksanen logró con la asombrosa edad de 33 años ganarse el favor de la crítica y una buena cantidad el Premio de Literatura del Consejo Nórdico, el Premio Femina de literatura extranjera, el Mika Waltari, el Runeberg, el Premio Europeo a la mejor Novela del Año- gracias a esta novela en la que aborda sin tapujos temas de primera línea de la sociedad actual.
El hilo argumental de la narración se sitúa en 1992, cuando una anciana que vive aislada en una casa de Estonia ve un bulto en su jardín, al que se acerca, asustada, temiendo que se trate de una artimaña de los ladrones que proliferan en ese momento en el país. El bulto resulta ser una joven, Zara, víctima de la prostitución y la trata de blancas. A lo largo de las páginas que componen la narración, podemos ver cómo la autora reconstruye la vida de las dos mujeres, que frente a frente, atenazadas por el miedo y el remordimiento, reconstruyen sus respectivas historias. Aliide Truu es una anciana apasionada, superviviente por naturaleza, que ha ido construyendo su personalidad al hilo de la envidia hacia su hermana y sobre todo, de una historia de amor no correspondido que le ha conducido a cometer acciones crueles. Zara, una joven ingenua, capturada en las redes de la prostitución, es el contrapunto de Aliide, el motor que remueve la conciencia y los recuerdos adormecidos de la anciana que se ve obligada a lo largo de la historia a tomar una decisión sobre su actitud ante la joven, que supone la aparición de un nuevo problema en su vida. Esta fue la última novela que se comentó en el club de lectura de la Biblioteca de San Jorge/Sanducelai. Y puedo atestiguar que ha sido una obra que por la dureza de los temas tratados, la claridad de la autora y su calidad literaria no dejó indiferente a nadie.